La Cooperativa Niño Jesús de Aniñon celebra su 40 aniversario con importantes novedades en inversiones, cultivos y productos

Justo cuando celebra su cuarenta aniversario la cooperativa Niño Jesús, de Aniñón, anuncia una importante inversión de 1,5 millones de euros, para ampliar y modernizar sus instalaciones, a la par que emprende el cultivo de espárrago verde de forma experimental.

Su gerente, Jesús Abad, ha explicado en rueda de prensa que la asamblea aprobó el pasado 18 de enero un proyecto en el que se venía trabajando desde hace dos años. Así, se va ampliar la zona de frío, recepción y confección de fruta, con una nueva nave de 1500 metros cuadrados, y se trasladará la actual embotelladora de vino. Gran parte de la inversión, aproximadamente medio millón, se destinará a la adquisición de una nueva máquina de selección de cereza y otra para clasificación y confección de fruta de hueso, especialmente melocotón.
Además, se trasladarán las oficinas y la tienda, creando una calle interior cerrada, por la que se moverá la fruta, siempre sin tocar el suelo.

Espárrago verde

La introducción del espárrago verde es la otra gran iniciativa de la cooperativa. «Se trata de un cultivo estacional –ha explicado Jesús Abad−, desde principios del invierno, en Huelva, hasta junio, cuando se recoge en Guadalajara», pero con una gran demanda, ya que España importa unos 64 millones de kilos anuales, para cubrir la demanda, especialmente en los meses de verano.

Esta implantación, por un lado «nos permite aprovechar los huecos entre los cultivos de la cooperativa» −cereza, melocotón, vid, olivo, almendra, fundamentalmente, además de ciruela y manzana−, optimizando los recursos humanos y complementando nuestros cultivos. Supone, además, experimentar el cultivo del mismo en el norte de España, ya que «Guadalajara es la zona más septentrional donde se produce» y nuestras condiciones de clima, altitud y suelo son idóneas para este cultivo, como han demostrado los estudios que hemos realizado.

Para ello, la cooperativa Niño Jesús se ha aliado con la empresa Guadex, la mayor productora de espárrago verde de España, de forma que dispone de un socio estratégico, con larga experiencia en el sector, que contribuye a la financiación del nuevo proyecto.

«Hemos plantado seis hectáreas, que producirán unos 18 000 kilos el próximo año, con previsiones de llegar hasta los 60 000 en poco tiempo». Un cultivo, además, que no está sujeto a una recolección en un momento preciso, como sí sucede con el resto de producciones de la cooperativa, y que «nos permitirá llegar a los mercados cuando no hay espárrago verde fresco en España».

Una cooperativa singular

Aunque formalmente nació en 1978, con su primera cosecha en 1979 –de ahí el 40 cumpleaños− la cooperativa Niño Jesús cuenta con la larga trayectoria asociativa de los vecinos de Aniñón, agrupados desde hace cuatro siglos para defender sus cultivos.

«Creo que no hay ninguna otra cooperativa como la nuestra –afirma Jesús Abad− en relación con la variedad de producción, que además se distribuye a lo largo de todo el año, con bodega y almazara propia». Cultivan cereza, melocotón, vid, olivo y almendra, además de ciruela y manzana, en menor cantidad. «Solo nos falta el cereal –ironiza Abad−, pero no tenemos superficie disponible».

Niño Jesús ha incrementado casi un 1000% la venta de vino embotellado, hasta una previsión de 260 000 botellas este año. Comercializa fundamentalmente bajo las marcas Estecillo y 1428, limitada a hostelería, con variedades como garnachas viejas, tempranillo, syrah y macabeo.

Dispone de unos 25 000 olivos −10 000 de ellos centenarios−, la mayoría empeltre y arbequina, en altitudes entre 700 y 900 metros. Elaboran unos 100 000 litros de aceite de oliva por campaña, comercializando la mejor calidad bajo la marca Oléva, de cuidado diseño y botella negra, para preservar sus cualidades organolépticas.

Unos 1,5 millones de kilos de melocotón salen cada año desde Aniñón a destinos como Italia y China –por primera vez este año−, además del mercado nacional. Y otros tantos de cereza, tanto de mesa como de industria –antaño trabajaron con Ferrero Roché−, que llega a lugares tan exóticos como Aruba, Colombia o los Emiratos Árabes, además de España y la mayoría de los países europeos. De hecho, la cooperativa ostenta la presidencia de la Asociación de productores de cereza de las comarcas de Calatayud y el Aranda, encaminada a lograr una IGP propia. Y el propio Aniñón ha sido reconocido por la Unión Europea como zona de montaña.

Y de altura son también sus almendras, de las que producen 400 000 kilos, además de la ciruela y la manzana.

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